Reconocimiento al liderazgo médico
En un acto simbólico, la alcaldesa Johana Aranda entregó la Orden del Ocobo a Juan Carlos Arbeláez Echeverry, presidente, y a Juan Camilo Arbeláez Mariño, vicepresidente de Clinaltec. El reconocimiento destacó su vocación, esfuerzo y compromiso en la atención integral a pacientes con cáncer en la Capital Musical.
“Desde su liderazgo, Clinaltec no ha sido solo una clínica, ha sido un espacio de esperanza, de trato humano, de excelencia científica y tecnológica, y sobre todo de profundo respeto con la dignidad de cada paciente. Su visión no se ha limitado a curar, sino también a innovar”, señaló la mandataria.
Más de una década de avances en salud
En poco más de diez años, los doctores Arbeláez han transformado la atención médica en Ibagué. Clinaltec se consolidó como símbolo de innovación, humanismo y progreso, permitiendo que miles de pacientes reciban tratamientos oncológicos de alta complejidad sin salir del Tolima.
Actualmente, la clínica atiende a más de 8.000 pacientes al año, genera más de mil empleos directos e indirectos y fortalece la economía regional a través del turismo en salud. Su infraestructura médica y calidad asistencial la han posicionado entre las mejores clínicas oncológicas de Colombia, con reconocimiento de referentes internacionales en medicina.
Palabras de gratitud
“Quiero agradecer a la Alcaldía por este importante reconocimiento. Es un inmenso honor recibir la Orden del Ocobo en nombre de la Presidencia de Clinaltec y de toda la gran familia que conforma nuestra institución. Nuestros pacientes son la razón por la cual existimos, el centro de cada decisión y el motor que nos impulsa en los días más difíciles”, expresó Juan Camilo Arbeláez, vicepresidente de la clínica.
Un compromiso con la ciudad
La Administración Municipal destacó que este reconocimiento refleja el compromiso de seguir construyendo una ciudad saludable y solidaria. Clinaltec, con su liderazgo y vocación de servicio, ha demostrado que cuidar la vida trasciende la responsabilidad médica y se convierte en un acto de amor por la tierra natal.